Y no hablamos de mayor comunicación porque eso sobre gracias a la bendita tecnología.
Es la comunicación con nosotros primero y con los demás lo que podrá hacer la diferencia.
Es tan malo querer tener la última palabra, como negarte a conversar y resolver.
Manejar el silencio es un gran habilidad. Quedar en silencio un pecado.
Hablar para llenar el espacio es otro.
En tanto podamos aprender a todo ello, saber como silneciarse cuando es necesario y no por ello ignorar al otro,
saber que ocultarse en el silencio es mal consejero.
Escuchar al otro en su manifestación mas autentica y profunda.
e inspirar, al encuentro de su verdad.
Preguntando desde la honestidad y la humildad sobre aquello que pueda encender una luz a su necesidad.
Reflexionemos en como conversamos. Cuando si y cuando no. Que me pasa conquien no quiero conversar? Que evito? Que conversacion no quiero tener? De que puedo temer darme cuenta...o hacerme cargo?
Quizas trabajando en este hábito podamos encontrarnos para superar nuestros límites!!! y llegar mucho mas lejos.!
.G
