COACHING PARA EL ADULTO con TDAH ADD

 

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COACHING PARA EL ADULTO con TDAH ADD

Busca apoyar a las personas que se enfrentan al reto de vivir diariamente con la

condición neurológica del TDAH., bien sea porque ellos mismos sufren de este

trastorno o porque uno de sus hijos, cónyuges o familiares la padecen.

Un coach ayuda a las personas con el TDAH a llevar a cabo las actividades

prácticas de la vida diaria de una manera organizada, puntual y orientada a la

meta. Busca ayudar a los individuos a alcanzar sus metas en la vida y también

mejores resultados: académicos, profesionales, sociales o en cualquier área que

deseen mejorar.

A través de una alianza establecida, entre el cliente y el coach especializado en

el manejo del TDAH, se ayuda a la persona a establecer sistemas prácticos y a

iniciar el cambio positivo en su vida diaria.

Por medio de la asistencia y el apoyo individualizados, los coaches ayudan a las

personas a concentrarse en el lugar donde se encuentran al presente, revisar a

dónde quieren llegar y cómo pueden llegar allí. Están entrenados para ayudar a

las personas a alcanzar su máximo potencial.


¿Qué es el Coaching del TDAH para el adulto?

El Coaching es una técnica que en el adulto con TDAH:

1. Busca atender los retos diarios de vivir con esta condición.

2. Ayuda a las personas a efectuar las actividades prácticas de la vida diaria de

una manera organizada, puntual y orientada a la meta.

3. Le ayuda a aprender destrezas prácticas por medio de una asociación cercana

entre el coach y el cliente.

4. Ayuda a generar estrategias, a actuar sobre ellas para iniciar el cambio en su

vida diaria. El coach hace preguntas como:

- ¿Qué puedes hacer acerca de eso?

- ¿Cómo puedes motivarte a ti mismo para tomar acción sobre esta meta?

- ¿Cuándo puede completarse esta acción?

- ¿Qué pasos has dado ya, y cuándo vas a dar los que faltan?

5. Le permite información para saber cómo los síntomas del TDAH funcionan

en la vida de sus clientes. Esto se logra a través de interacciones periódicas

con el especialista.

6. Trabaja con los problemas del diario vivir como la organización, el manejo

del tiempo, la memoria, el seguimiento hasta completar una tarea y la

motivación.

7. Se enfoca en el qué, el cuándo y el cómo; nunca en el por qué (esta pregunta

se responde en procesos terapéuticos).

8. Provee entusiasmo, recomendaciones, retroalimentación y técnicas prácticas

para atender los retos específi cos, todo esto a través del coach.

9. Puede ofrecer recordatorios, hacer preguntas o sugerir técnicas de manejo

del tiempo (ver apéndice).

10. Ayuda especialmente a:

a. Mantener el foco y la atención para alcanzar las metas identifi cadas.

b. Traducir las metas abstractas en acciones concretas.

c. Establecer motivaciones y aprender a usar efi cazmente las recompensas.

El Coaching con el adulto puede llevarse a través de reuniones regulares para

realizar las verifi caciones del proceso, que son una parte esencial del proceso.

Las sesiones pueden llevarse a cabo personalmente, por teléfono o por correo

electrónico, dependiendo de la preferencia del cliente.

Antes de que el proceso de Coaching comience, el cliente y el coach deben tener

una sesión inicial que trabaje asuntos tales como las necesidades del cliente, las

expectativas del cliente y del coach, los honorarios y las fechas de pago.

La primera sesión de Coaching, típicamente es una entrevista a fondo, con una

duración de entre una y dos horas. Esta se efectúa para desarrollar un plan que

permita identifi car y alcanzar las metas del cliente.

Es importante que los clientes estén listos para el Coaching antes de que se

comprometan con el proceso. Se puede decir que están listos para el tratamiento

cuando son capaces de admitir que tienen un problema, cuando pueden invertir

tiempo para crear estrategias que mejoren su conducta y pueden adherirse a esas

estrategias según su mejor capacidad.

Hay algunas circunstancias que pueden complicar el proceso de Coaching y que

frecuentemente, requieren de una intervención médica. Estas ocurren cuando:

• A pesar de los recursos y recordatorios del coach, el cliente no puede usar

estrategias sencillas para el manejo del autocontrol o en la organización para

alcanzar metas.

• El cliente tiene una condición psiquiátrica coexistente (depresión,

trastorno bipolar, trastorno de ansiedad, abuso de sustancias o trastorno de

personalidad).

• El cliente tiene circunstancias de vida estresantes como problemas maritales,

divorcio o la muerte de un ser querido.

• El cliente tiene una enfermedad física seria u otra condición médica crónica

que le está impidiendo llevar el proceso en ese momento.

El coach no está entrenado (salvo que tenga esa profesión) para atender

problemas psiquiátricos, emocionales o interpersonales, los cuales deben ser

atendidos por profesionales de la salud mental. Bajo tales circunstancias, el

coach deberá trabajar en colaboración con el profesional médico o de salud

mental involucrado en el cuidado del paciente. En estos casos, el cliente puede

benefi ciarse de la adición de tratamientos tradicionales como son la medicación

y la terapia psicológica.


¿Qué trabajará el coach con el adulto que tiene

TDAH?

El trastorno persiste en la adolescencia y prosigue hasta la edad adulta afectando

el rendimiento laboral o académico y también, la capacidad de adaptarse al

medio social. Hay que recordar que se debe a defi ciencias en la maduración de

las funciones ejecutivas; es decir, no existe una lesión cerebral, la mayoría de

estos individuos poseen una inteligencia normal o superior.


Síntomas del adulto


Dificultad para:

1. Organizar tareas y materiales.

2. Estimar el tiempo para realizarlas.

3. Priorizar lo que se tiene que hacer.

4. Mantener la atención, concentrarse y comprender lo que lee o escucha.

5. Mantener el interés en tareas monótonas o cotidianas por largos períodos, abandonarlas sin terminar y tendencia a distraerse fácilmente.

Sólo lo que tiene gran interés lo pueden atender y completar, hay dificultad para las demás tareas.

6. Controlar emociones y tolerar frustraciones relacionadas a lo que se hace.

7. Ser paciente, mantenerse quieto, está hiperactivo permanentemente

como “un motor prendido”.

8. Rendimiento académico.

9. Hacer los trabajos a tiempo, con frecuencia los aplaza o no los inicia.

10. La memoria reciente, que se expresa en dificultad para recordar lo que

se estudió o se hizo el día anterior, en recordar dónde colocaron las

cosas o qué dijo otra persona hace poco tiempo. 

La memoria de hechos pasados puede ser muy buena pero no se recuerda lo reciente.


11. Controlar la impulsividad para lo que hace o dice. Tiende a actuar

sin pensar. Toma decisiones y conclusiones impulsivas por la incapacidad de prestar atención al medio ambiente o por no interpretar correctamente la actitud de los otros.

12. Las relaciones interpersonales, laborales o amorosas. Hay más rupturas conyugales, problemas familiares, récord de trabajo pobre, accidentes de tránsito. Afectan a terceros como el cónyuge y los hijos ya que puede haber mayor dificultad

para la crianza y para el buen funcionamiento de la familia.


Particularidades que el coach debe tomar en cuenta:

(Estas pueden hacer parte de las metas en las cuales el coachée desea trabajar)

1. Sensación de inquietud interior más que actividad motora excesiva.

2. Tendencia a ser adictos al trabajo, pero con menor productividad que la esperada luego del esfuerzo.

3. Prefieren ocupaciones activas.

4. Baja tolerancia a la frustración, lo que puede expresarse en conductas hostiles hacia los demás o en síntomas depresivos.

5. Conducta temeraria (por ejemplo en deportes o al conducir).

6. Irritabilidad explosiva.

7. Frecuentes cambios de amistades y trabajo.

8. Problemas en el manejo del tiempo.

Siempre están apurados y con frecuencia, atrasados. La realización de una tarea contra el tiempo los complica excesivamente.

9. Dificultad para completar tareas.

10. Disfunción ejecutiva: problemas para llevar a cabo tareas que requieren una secuencia planificada en actos.

11. Inconvenientes cuando aumentan las responsabilidades laborales o familiares.

12. Testarudez.

13. Conflictos crónicos con la autoridad.

14. Dificultad en las relaciones con la pareja y con los pares.

15. Mal rendimiento académico, incluso con un coefi ciente intelectual alto.

16. Sensación de dispersión.

17. Problemas con el manejo del dinero.

18. Perder los trabajos o renunciar frecuentemente.

19. El 80% de estos adultos presenta: abuso de sustancias, trastornos de ansiedad, trastornos del humor, conducta antisocial, trastornos de aprendizaje y trastornos de personalidad.

20. Un historial de mal desempeño académico o laboral.

21. Poca habilidad para manejar las responsabilidades (completar los quehaceres del hogar o las tareas de mantenimiento, pagar las cuentas, organizar las cosas).

22. Problemas en las relaciones al no completar las tareas, olvidar cosas importantes o molestarse fácilmente por cosas menores.

23. Estrés y preocupación crónicos debido al fracaso de alcanzar las metas y cumplir con las

responsabilidades.

24. Sentimientos crónicos e intensos de frustración, culpa o reproche.

25. Problemas de desatención y concentración.

26. Es desorganizado en sus planes.

27. Frecuentemente es olvidadizo.

28. Dificultad para iniciar y finalizar proyectos.

29. Cambia de actividad prematuramente.

30. Planea mal el tiempo disponible.

31. Decisiones impulsivas.

32. Inestabilidad laboral.

33. Problemas conyugales.



Planteamiento de metas


Plantearse metas es una habilidad simple y sencilla, muchos de nosotros las

planteamos en forma natural y otros carecen de la capacidad de hacerlo. 

En el Coaching con el adulto la tarea es ayudar a la persona a plantearse metas y

guiarla para que aprenda a hacer un proceso efectivo que, sobre todo, lo aleje de las vivencias que ha tenido durante toda su vida.

Si el niño está influenciado por el fracaso en su corta vida, mucho más lo estará el adulto que ha tenido que vivir con los efectos de fracasos y sus problemas con el entorno. En el momento en que empiece a flaquear -por cualquier razón-, será  necesario darle un apoyo extra, que lo fortalezca y estimule para que continúe en el planteamiento y en el trabajo para alcanzar las metas.


Es común que el adulto se aburra fácilmente lo que conduce a que no terminan

lo que se proponen. Dado que esta es una tendencia muy clara en la persona con

TDAH, el coach ayuda a mantener la motivación y recurrir a los compromisos

que la persona haya hecho consigo misma.

El Coaching es una sociedad de cómplices para la consecución de la meta. Se

necesita que la persona crea y confíe en ella misma, que conserve la motivación

para llegar al final de la tarea aun cuando no lo entusiasme. En ese momento el

coach puede dar una inyección de emoción, ayudándole a la persona a cambiar

la forma de alcanzarla y a evaluar los valores que están detrás de ella. Lo debe

entusiasmar, mas no cambiar la meta.

Los ejercicios de visualización son ideales para lograr este propósito. Si la

persona no se visualiza alcanzando esa meta -acumulando entusiasmo y el

deseo de verse ahí-, no la alcanzará. Por eso es importante que se mantenga

con esa mira.


Existen 7 principios para establecer metas con la persona con TDAH.


El coach deberá ir trabajando, paso a paso, cada uno para que tenga claridad respecto a

este trabajo.


1. “Di lo que quieres, no lo que quieres evitar”. Definir la meta con claridad.

Es importante plantear las metas en una forma positiva, motivadora, que

apasione. La forma en que se expresen proporcionará un marco de referencia

distinto a la persona. No es lo mismo decir: “Voy a sacrifi carme en esta

tarea”, que: “Voy a sentirme a gusto cuando la termine”.


2. “Establece metas desafiantes y realistas”. Las metas planteadas deben ser

realistas, se puedan alcanzar. Pero es importante que no sean muy fáciles. Las

metas fáciles no motivan 􀊊tampoco las que son demasiado difíciles aunque

enseñan más􀊊. Si la persona siente inseguridad, se puede utilizar la meta

que le proporciona un mayor desafío 􀊊dado que no sabe qué es aquello que

puede hacer o alcanzar􀊊. No importa cambiar de meta si resulta necesario.

El objetivo principal no es fracasar: es alcanzar el éxito con una meta que

valga la pena para la persona. Una vez alcanzada puede felicitarse y plantearse

una meta más alta, y seguir adelante.


3. “Influencia el resultado directamente”. Es decir, la meta tiene que estar

completamente bajo el control de la persona -ya que cumple la condición

de que ella misma tome en sus manos la acción-, Sus planes se basan en

declaraciones como: “Yo haré”, “Yo actuaré”, seguido de la acción que va a

realizar. Esto le da un sentido de responsabilidad y compromiso personal.

Otros pueden ayudar para alcanzar la meta; sin embargo, será la persona

quien tenga que pedir esa ayuda.


4. “Mide tu progreso”. Esto se refi ere a cuantifi car el logro de las metas. ¿Cómo

se va a medir el progreso? Poniéndolas bajo el control del tiempo. Si se le

plantea a la persona ¿para cuando?, se pone una fecha límite, se promueve

que esté conciente de la tarea que va a realizar. Se logra:

a. Estableciendo una fecha o período determinado.

b. Estableciendo cómo va a medir su progreso y cómo hará el seguimiento,

en forma continua, para cerciorarse de que va en el camino correcto.

c. Evaluando en forma personal, revisando cada paso. También en forma

colectiva, pidiendo a las personas de su entorno que le den retroalimentación

respecto al logro de la meta que se planteó.


5. “Revisa tus recursos”. Se refi ere a cualquier cosa, persona, habilidad, tiempo,

edad o estilo de personalidad que pueda ayudar a alcanzar la meta. Saber que

se cuenta con recursos impulsa más a la acción que al no tenerlos. Hacer un

listado de estos recursos ayuda a centrar la atención en las metas.


6. “Contabiliza el costo”. Se refi ere al costo económico, de tiempo, de

actividades familiares y sociales. Hasta el costo emocional que signifi ca para

la persona establecer y trabajar la meta establecida. Parte de la siguiente

premisa: cuando se gana algo, también se puede perder algo. Por lo cual es

importante que la persona se asegure de que conserva lo positivo que tiene

en el momento presente.


7. “Realiza un plan de acción”. Llevar a cabo un plan de acción signifi ca dividir

esa meta planteada en objetivos más pequeños. Se trata de dar pasos cortos,

en lugar de correr para aprender a hacerlo. Es de mucha ayuda llevar un

registro de las metas, revisarlo en forma regular, premiarse al irlas alcanzando

y, sobre todo, disfrutar esos momentos. “Se alcanza el éxito convirtiendo

cada paso en una meta y cada meta en un paso”.

Plantearse metas puede ser una tarea difícil para la persona con TDAH, dado

que está muy acostumbrada a fallar. Una tarea importante para el coach es

entusiasmarlo y ofrecerle un elevado grado de humor y creatividad.



7 principios de la meta

Principio Preguntas

Di lo que quieres, no  lo que quieres evitar.

¿Qué es aquello que quiero lograr?

¿Qué puedo obtener de ello?

¿Qué es lo que quiero dejar a un lado de mi problema

de TDAH?


Establece metas  desafiantes y realistas.

¿Esto que deseo, lo puedo alcanzar?

¿Es una meta que realmente me mueve?

¿Me entusiasma?

¿Es un reto para mí?

¿Me siento emocionado?


Influencia el resultado  directamente.

Esto que deseo ¿está en mis manos lograrlo?

¿Qué es lo que puedo hacer para lograrlo?

¿Dónde quiero llegar?

¿Dónde estoy ahora?

¿Qué necesito para llegar?


Mide tu progreso

¿Cuándo quiero lograr esto?

¿Cómo puedo darme cuenta de haberlo logrado?

¿Cómo puedo saber que lo estoy logrando se adecúa a

lo que quiero?


Revisa tus recursos. ¿Con qué cuento para ayudarme a lograr mi meta?

¿Quién puede servir de ayuda para lograrla?

¿Cómo puedo conseguir ayuda?

¿A quién se la puedo pedir?

¿Cómo puedo contar con ese apoyo?

Contabiliza el costo. ¿Estoy dispuesto a perder lo que tengo para alcanzar

aquello que deseo?

¿Estoy dispuesto a pagar el precio de los cambios?

¿Me conviene realmente cambiar esto para sentirme

bien?


Realiza un plan de acción.

¿Con qué quiero empezar?

¿En qué orden sería más fácil llevar a cabo la tarea para

alcanzar mi meta?

¿Cómo voy a empezar?

¿Cuáles son los pasos que voy a seguir?

¿Qué tantos pasos quiero dar?

Como se puede ver las preguntas están formuladas en primera persona.

Generalmente, el coach se las hace a la persona utilizando la segunda persona del

singular: ¿Qué vas a hacer? Dado que uno de los problemas principales de la persona

es tener autoconciencia y responsabilidad, se le plantean estas preguntas para que

interiorice la importancia de su tarea y de la responsabilidad que esta implica para sí

mismo.


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